Utilizar un nebulizador con un niño no siempre es tan sencillo como nos gustaría. Es común que les dé algo de reparo o miedo el dispositivo, o simplemente puede que no aguanten quietos el tiempo que la nebulización.
En el artículo de hoy, desde Neumotec, vamos a darte una serie de recomendaciones y consejos para que el usar el nebulizador con tus hijos sea lo más sencillo posible. ¿Estás preparado? Presta atención y toma buena nota. ¡Comenzamos!
Que esté distraído
El primer consejo, y que probablemente ya hayas utilizado, es mantenerlo distraído y entretenido. Para conseguir que aguante sentado el tiempo que dura la nebulización puedes, por ejemplo, convertir la experiencia en un juego.
Otro método también es poner los dibujos que más le gusten. La idea es aprovechar aquello que más le gusta hacer y que lo mantiene sentado y quieto el mayor tiempo posible de tiempo.
Convertirlo en rutina
El hecho de convertir la nebulización en algo rutinario y que se hace siempre cuando toca le ayudará a verlo como una parte normal de su vida. Esto facilitará mucho la colaboración del niño.
Para convertirlas en una rutina, es recomendable hacerlas siempre en el mismo momento del día, en el mismo lugar y con los mismos entretenimientos y preparativos.
Personalizar el nebulizador
Si dejas que tu hijo personalice su nebulizador como él quiera, con pegatinas o pintándolo, seguro que se le quitará el miedo a usarlo.
Algo que ha ayudado a muchas familias es ponerle un nombre gracioso al nebulizador, esto le ayuda a aceptarlo y asumirlo más fácilmente.
Usa nebulizadores especiales para niños
Existen nebulizadores diseñados especialmente para niños. Estos suelen tener formas de animales o con colores más llamativos lo que, sin lugar a dudas, hará de este aparato algo más atractivo a los ojos del niño.
Que ayude con la preparación
A los niños les encanta ayudar a los mayores a hacer cosas. Esto les da una sensación de orgullo y de logro. Permite que tu hijo ayude en la preparación de las nebulizaciones, esto incrementará las ganas del niño a querer hacerlas.
Aunque la ayuda que puede dar un niño pequeño está limitada, la idea es que sientan que ayudan todo lo que pueden, según sus circunstancias. Esto también les ayudará a ser mucho más responsables.
Que elija donde sentarse
Para llevar a cabo una nebulización efectiva, es necesario que el niño no solo esté quieto y tranquilo, sino bien sentado. Por eso, permite que sea el propio niño quien decida dónde sentarse.
Algunos niños prefieren estar sentados en su silla o sillón preferido solos, mientras se lleva a cabo la nebulización. Mientras que otros prefieren estar sentados en las piernas de sus padres. Sea como sea, lo importante es que el niño esté cómodo para facilitar todo el proceso.
Incentivos
Los incentivos o refuerzos positivos tras la nebulización son tus grandes aliados. No solo le estás diciendo al niño que, cuando hace caso y se comporta bien, puede obtener grandes beneficios, sino que esto incrementará las ganas para la próxima vez que tenga que utilizar el nebulizador.