Ante la sospecha de que se sufre apnea, es normal que el médico prescriba un estudio del sueño. Este estudio se realiza con el objetivo de verificar la patología y la gravedad de esta, así como dar una solución al paciente para mejorar su calidad de vida. En el artículo de hoy, desgranaremos las fases del estudio del sueño y explicaremos todo aquello que debe saber el paciente sobre el tema.
Existen dos tipos de pruebas diagnósticas: polisomnografía y poligrafía. El estudio polisomnogáfico, o PSG, es la prueba más completa. Persigue obtener los datos referentes al número de apneas e hipopneas que se producen en una hora. Este índice recibe el nombre de “índice de apnea-hipopnea” (IAH). Mediante el estudio del sueño se registran también los niveles de oxígeno en la sangre, posición corporal, movimiento torácico y señal de EEG, entre otros parámetros. El estudio poligráfico es más sencillo. Utiliza un número menor de sensores y está más orientado a facilitar un diagnóstico desde un punto de vista respiratorio sobre la patología del sueño SAHS.
¿Dónde se realiza el estudio del sueño?
Hay dos opciones: en un laboratorio del sueño (u hospital) o en el hogar del paciente. En el primer caso, el estudio se realiza en un entorno hospitalario, en el que el personal médico coloca al paciente una serie de sensores cerca de los párpados (medición de fases del sueño), en el tórax (actividad cardiaca), en la cabeza (señales eléctricas del cerebro) y en las piernas (actividad muscular). Además, se introduce una cánula en la cavidad nasal con el fin de monitorizar la respiración, un oxímetro en uno de los dedos de la mano para controlar los niveles de oxígeno y un número indeterminado de bandas en el tórax y en el abdomen con el fin de comprobar el esfuerzo respiratorio. En algunos casos, es posible que se le pida permiso al paciente para filmar la sesión, lo que se lleva a cabo para recabar más información sobre las pautas de sueño del paciente.
En cuanto a la segunda opción, realizar el estudio del sueño en el hogar del paciente, los pasos son prácticamente idénticos que en el caso de llevar a cabo el estudio en un hospital. La gran ventaja es que este se realiza en la casa del paciente, por lo que se logra que se encuentre mucho más cómodo. Antes de la noche en la que se vaya a realizar el estudio del sueño, el personal médico acudirá a la casa del paciente para mostrarle cómo proceder con los monitores y los sensores, así como lo instruirá en el manejo del equipo de registro. Durante la mañana siguiente, se retirará de la casa del paciente el equipo y se procederá a analizar los resultados.
Una de los equipos más punteros para el estudio domiciliario del sueño es ApneaLink™, de la marca Plus de ResMed. Este equipo se comercializa con varios accesorios: cánula nasal, banda para el tórax, equipo de registro y oxímetro. Es sencillo de usar, preciso y de fácil manejo. Con él se registrarán la saturación de oxígeno en la sangre, las apneas, la limitación de flujo, las hipopneas y los ronquidos, además de diversos patrones de respiración. Una vez se
Una vez que el médico reciba los resultados de su estudio del sueño, se los comunicará. Entonces, podrán hablar sobre su afección, la gravedad y los posibles efectos en su salud, y analizar las distintas opciones de tratamiento.