La actigrafía es una prueba que se desempeña mediante un dispositivo que se parece a una pulsera para medir cómo es el sueño de cada persona.
El sueño es una parte fundamental de nuestro día a día. Es básicamente una necesidad biológica que tiene nuestro cuerpo y que le permite reponer las ‘baterías’, es decir, las funciones físicas y psicológicas esenciales para un máximo rendimiento.
El sueño, aunque parezca algo sencillo de entender, aún sigue siendo todo un misterio de las investigaciones científicas. Pasó de ser considerado como una apariencia pasiva dónde se creía que no ocurría nada, a un estado de conciencia dinámico en el cual podemos llegar a tener actividad cerebral. Todo ello lo se sabe gracias a las técnicas de medición de la actividad eléctrica cerebral.
Después de explicar un poco el sueño, volvemos con el tema principal del artículo que es la actigrafía. Como hemos dicho en un principio, es una prueba que se utiliza para medir el sueño de una persona. En resumen, sirve para hacer una aproximación de cuánto tiempo dura el descanso y cómo son las pautas. Es un análisis bastante útil en la población adulta, muy sencillo de realizar y que cada vez está más al alcance para todo el mundo.
Bien, a continuación os explicaremos en qué consiste la actigrafía y para qué se ejecuta.
¿En qué consiste la actigrafía?
Citando lo explicado en este artículo, “La actigrafía es una prueba que se desempeña mediante un dispositivo que se parece a una pulsera para medir cómo es el sueño de cada persona”. Para poder hacer una prueba, la ejecutamos mediante un aparato que se llama actígrafo, que es muy similar a un reloj de pulsera y que se coloca o en el tobillo o en la muñeca. Incluso, se puede incorporar a un reloj normal. El actígrafo es como un accesorio habitual, es decir, que es muy fácil de llevar. Este análisis le permite al médico obtener más información sobre cómo duerme el paciente.
¿Para qué se utiliza una actigrafía?
Todo comenzó en la década de los 50’, aunque en aquel momento servía para analizar el trastorno psicológico de los niños.
La Actigrafía es recomendable para personas que padecen de insomnio, también se usa para estudiar a personas con trastornos del ritmo cardíaco.
Según comenta un artículo realizado por la Sociedad Española del Sueño, “la actigrafía ayuda a examinar a pacientes con hipersomnia”. Este último concepto significa que es un trastorno que consiste en que un paciente duerme mucho durante el día, pero sigue teniendo la sensación de cansancio.
En conclusión, efectuar un ensayo como una actigrafía puede no ser tan eficaz dependiendo de la edad del paciente, es decir, este estudio tiene una eficacia limitada en personas ancianas y niños. Sin embargo, para la población anciana puede tener su propio beneficio y es que de esta manera podrán evitar acudir a una unidad del sueño.