A raíz de la pandemia por coronavirus todos los centros sanitarios de nuestro país han tenido que improvisar en no pocas ocasiones diferentes medidas para detener la propagación del patógeno con resultados a veces inciertos. Sin embargo, han encontrado en los filtros antivirus y antibacterias un aliado altamente eficaz para cortar con el clico de contagio. La COVID-19 es una enfermedad con un elevadísimo índice de contagio, por lo que todas las precauciones que se implementen son pocas, tanto en hospitales y otro tipo de centros sanitarios y de asistencia social, como en los hogares de aquellas personas que pertenecen a un grupo de riesgo.
Y el caso de los pacientes con apnea del sueño que precisan de un sistema CPAP (presión positiva continua en la vía aérea) esto resulta altamente recomendable. No debemos dejar de tener en cuenta que quien padece de esta patología es más vulnerable que una persona sana a sufrir complicaciones si sufre un contagio por coronavirus. Así, extremar la higiene personal y del entorno, tal como indican las autoridades sanitarias, es imprescindible con el fin de minimizar el riesgo. Y aquí los filtros antivirus y antibacterias CPAP tienen mucho que aportar.
Los mejores filtros CPAP antivirus y antibacterias
Los filtros CPAP desempeñan un papel esencial en cuanto a la reducción del riesgo de contaminación cruzada, además de en la protección de las vías aéreas de los pacientes aquejados de alguna patología asociada a estas. Son de uso generalizado en los centros sanitarios (por ejemplo, para la respiración asistida), con resultados realmente satisfactorios. Sin embargo, como ya hemos adelantado, en tiempos de pandemia por coronavirus, es recomendable que su uso se extienda también en los hogares de aquellas personas que necesiten la asistencia de máquinas CPAP, a causa de la apnea del sueño.
Son dos los tipos de filtros que encontramos en el mercado, ambos con una eficacia del 99 por ciento. Por un lado, hallamos los filtros mecánicos CPAP de membrana plegada. Esta membrana está elaborada con microfibras de vidrio, un material que ofrece un medio de filtrado ideal. Estas microfibras se organizan con libre albedrío en un tejido de textura densa, de forma que los poros resultan irregulares y de dimensiones muy reducidas, por lo que la afectividad de captura de las partículas es muy elevada. En cuanto al plegado de la membrana, esta se ejecuta con el fin de lograr una generosa reducción del tamaño del dispositivo.
Por el otro lado, contamos con los filtros CPAP de membrana electrostática. Esta membrana, elaborada con polipropileno, se compone de una superficie resistente al agua que ha sido tratada con el fin de que cuente con una carga eléctrica continua. Se trata de un proceso parecido al magnetismo, es decir, cargas opuestas (negativa y positiva) que se atraen entre sí, con lo que las bacterias y los virus quedan atrapados por este efecto en las fibras de la membrana.
Tanto un filtro como otro aseguran una alta protección de contagio por virus y bacterias tanto para el paciente de riesgo como para aquellos que cuidan de este. Se trata de una inversión en salud imprescindible para este grupo, que debe ser consciente de que cada cosa cuenta para minimizar el riesgo de contagio por coronavirus.