Skip to main content

En el artículo anterior, analizamos qué es la enfermedad del sueño y cuáles son las principales causas y síntomas de esta terrible enfermedad.

En esta segunda entrega analizaremos cuáles son los principales métodos de prevención y qué tratamiento existe.

¿Cómo prevenir la enfermedad del sueño?

Como mencionamos en la primera parte de esta serie de artículos, el principal causante de esta enfermedad es la picadura de la mosca tse-tsé.

Por eso, la manera más eficaz de prevenir la enfermedad a nivel masivo es la erradicación del insecto causante de la enfermedad.

Lo idóneo es fumigar las zonas donde se producen anidamientos de las moscas, para evitar así su reproducción.

Actualmente no existe una vacuna, por lo que la protección masiva es muy complicada, sobre todo para aquellas personas que viven en zonas infectadas. Aunque existen medicamentos, estos no duran en el organismo más de 4 – 6 semanas, y tienen efectos secundarios graves.

La mejor manera de prevenir la picadura de este insecto individualmente es seguir una serie de recomendaciones:

  • Evitar las zonas donde pueda haber mosca tse-tsé o cualquier otro tipo de insecto infectado
  • Colocar una mosquitera impregnada con permetrina alrededor de la cama. Asegurándose de que queda bien fijada y de que no hay mosquitos en el interior
  • Utilizar sprays o difusores eléctricos con insecticidas que contengan piretrina por las noches
  • Hacer uso de ropa fresca de colores claros y tejidos naturales, cubriendo la mayor parte del cuerpo posible
  • En las zonas del cuerpo que no están cubiertas aplicar un repelente de insectos que contenga N,N-dietil-m-toluamida (deet) o ftalato de dimetilo
  • En las horas del día en las que hace más calor repetir la aplicación del repelente

Siguiendo estas recomendaciones, es posible reducir en gran medida el riesgo de infección por la mosca tse-tsé o cualquier otro insecto hematófago.

Tratamiento de la enfermedad del sueño

Existen tratamientos para la enfermedad del sueño. En función de la etapa en la que se encuentre el paciente, se procederá a recetar uno u otro. Sin embargo, como ya hemos mencionado, estos suelen “causar efectos indeseables de cierta consideración”, según explica la OMS.

En la primera etapa de la enfermedad

Durante esta primera etapa, se recetan medicamentos de menor toxicidad para el paciente. Estos se administran de una manera más sencilla que los de la segunda fase.

Cuanto antes se detecte la enfermedad, más fácil será eliminar el patógeno del cuerpo. En esta primera etapa, los medicamentos que se suele administrar son Pentamidina o Suramina.

En la segunda etapa de la enfermedad

Si se detecta la enfermedad en una etapa más avanzada, se procede a recetar al paciente medicamentos que pueden traspasar la barrera hematoencefálica para llegar al parásito.

Es decir, medicamentos que puedan traspasar la estructura constituida por células de la red capilar del sistema nervioso central.

Este tipo de medicamentos resultan muy tóxicos para el paciente y son de difícil administración.

Algunos de estos son el Melarsoprol (un derivado del arsénico), la Eflornitina y el Nifurtimox.

 

Actualmente, el número de casos ha ido descendiendo paulatinamente año tras año, situándose en menos de 1000 nuevos casos en 2018. Se calcula que la población expuesta al riesgo de contraer esta enfermedad es de 65 millones de personas.

Esperamos que, con esta serie de dos artículos, hayas aclarado cualquier duda que pudieras tener con respecto a la enfermedad del sueño.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad